sábado, 27 de marzo de 2010

Y cerró los ojos.

Asustada por aquel mensaje de unos secuestradores, corrí hacia el lugar acordado para darles el dinero. Necesitaba salvarlo, él era la persona con la que más momentos felices había vivido, a la que más quería y amaba. Cogí el primer taxi que vi en la carretera.Iba camino del callejón. Bajé del taxi y eché a correr.Ya faltaba poco, unos 50 metros. Por fin en el lugar, eché un vistazo y vi la papelera donde tenía que depositar el dinero.
Allí dejé la bolsa. Como habíamos acordado, en la papelera, estaba el papel que decía donde lo tenían atado, para que yo lo rescatara. Calle Polar, segundo callejón por la diagonal. Hacía allí me dirigí.
Tan sólo 100 metros para llegar, pensaba en los momentos que nos quedaban por vivir, los besos que nos quedaban por dar y las risas por echar.
Me metí en el callejón, él estaba tirado en el suelo. Fui hacia él, le cogí la mano, se pasó toda mi vida por delante. Me dijo lentamente te quiero, y despacito, cerró los ojos.

FIN

Icía Cores Lages.

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